La escalada se está revelando últimamente como una actividad extraescolar al alcance de todos. La edad de sus practicantes oscila entre los 5 y los 100 años. Concretamente, para los más pequeños, escalar siempre ha sido algo innato. ¿Quién no ha trepado de pequeño a un árbol o se ha subido a lo más alto de un columpio? Hacerlo de forma segura y dirigida puede ser una de las mejores opciones como actividad extraescolar a elegir.
La escalada como actividad extraescolar tiene multitud de beneficios. Por un lado está su indiscutible aspecto lúdico. Pero además de eso, permite trabajar la autoestima. Puede incidir en el desarrollo físico y mental, así como influir en la adquisición de valores relacionados con el medio ambiente. Aumentar el círculo de amigos, etc. En 5 beneficios de la escalada que desconocías ya hemos mencionado algunos de estos beneficios. Ahora te los ampliamos en este post.
Se puede aprender mucho haciendo escalada como actividad extraescolar
Valores y el mundo de la montaña
A parte de trabajar aspectos personales como el compañerismo o la perseverancia. La profunda relación que existe entre la escalada y el medio natural, hace que sea muy sencillo trabajar con un niño conceptos relacionados con el cuidado del medio ambiente y el impacto del ser humano en el entorno.
Al salir a escalar en roca y observar la interacción de los escaladores con el medio, es sencillo inculcar y transmitir de forma práctica un sinfín de problemas actuales, que podrían marcar el futuro de nuestra sociedad a corto plazo. De hecho, gracias a la experiencia de los técnicos que imparten los cursos de escalada, es posible comprender cómo las próximas generaciones podrían contribuir, para que este deporte siga siendo posible en el medio natural.

Desarrollo durante la infancia y adolescencia
Uno de los grandes problemas actuales entre niños y adolescentes es el sedentarismo: el uso de dispositivos electrónicos está relegando a un segundo plano a todos los juegos y formas de entretenimiento que existían antes.
La escalada como actividad extraescolar, podría evitar que se pasen la tarde sentados. Además, complementaría su desarrollo psicomotriz y cognitivo, al trabajar la coordinación, la flexibilidad, la fuerza o la agilidad desde un enfoque lúdico. Se mejoraría también la propriocepción (es decir, la capacidad de nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento) y el equilibrio de forma integral, gracias a la gran variedad de posiciones, movimientos y distintas inclinaciones de la pared.
Durante la época de crecimiento es cuando se definen muchas de nuestras aptitudes físicas y psíquicas. Por ello, realizar ejercicio físico frecuente, de manera planificada, es fundamental.
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